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30 de diciembre de 2018

2018 (II): un año de series de TV

La peste (Movistar+) – 1ª temporada
Counterpart (Starz) – 1ª temporada
Fariña (Atresmedia) – única temporada
The Good Fight (CBS) – 2ª temporada
Algo en que creer (DR) – 1ª temporada
Acaba 2018, ya le quedan horas, más que días. ¿Y qué nos ha deparado este año a nivel serial? Para mí ha sido un año intenso y en el que he dado el salto a más plataformas: de unirme a Netflix y Amazon Prime en 2017, este año sumé HBO España: las tres han nutrido la mayoría de series que he visionado este año, además de las cadenas en abierto. En total, y también ha sido un salto cuantitativo  respecto al anterior año: superan el centenar las que he podido degustar en estos últimos doce meses entre temporadas regulares (de los 22 a los 24 episodios anuales a las cada vez más extendidas de 10 a 13 capítulos por temporada), las miniseries (o series limitadas, como dicen allende el charco) y las series de antología. Pero, ¿más significa mejor? No necesariamente, pues en algunos casos no he podido evitar ver temporadas con el piloto automático o mientras hacía otras tareas /son "series para planchar"); desde luego hay series que se prestan a ello, las tienes de música de fondo, las escuchas más que las ves y de tanto en tanto levantas la mirada de lo que estés haciendo y la fijas en la pequeña pantalla. Y hay series, muchas, que requieren tu atención absoluta o que te atrapan desde el primer minuto y no puedes apartar la mirada. De todo hay en la pequeña pantalla...

29 de diciembre de 2017

2017 (II): un año de series de TV



Termina 2017, un año intenso a nivel serial. Game of Thrones (HBO) ha sido el fenómeno global del año, los siete episodios de su 7ª temporada revolucionaron el verano, nos lo hicieron sobrellevar (el frío frente al calor canicular) y los resultados estuvieron a la altura de las expectativas creadas... que en una serie de estas características no son pocas. Las reviews del día después (fenómeno inexplicable, al menos para mí) pusieron a prueba la capacidad para no bombardear con spóilers al personal y las críticas, a menudo tontas (que si los cuervos y los personajes prácticamente se teletransportan... sólo diré una palabra: elipsis), llenaron los comentarios en las redes sociales. Fue una buena temporada, mejor de lo esperado, pero no la incluyo en mi repaso anual. Y no porque no lo merezca, pero en este 2017 han sido casi el centenar, entre series de temporada regular, corta y miniseries, y en las 20 seleccionadas no puede caber todo. Cabe lo que cabe, que es lo mejor del año para mí: una selección amplia, discutible, mejorable y por supuesto muy personal. Pues es lo que tienen los listados y repasos anuales.

30 de diciembre de 2016

2016 (II): un año de series de TV

A diferencia del cine, 2016 ha sido un espléndido año para las series de TV, con estrenos diversos, continuaciones y también finales o cancelaciones. Por mi parte han sido casi 80 series, entre las de temporada anual, corta y miniseries, las que he podido ver (y disfrutar) en este 2016 al que apenas le queda un día para decirnos adiós. Lo empecé, serialmente hablando, justo después de las campanadas de Año Nuevo con la miniserie And Then There Were None (BBC) y muy probablemente lo acabe con otra miniserie que adapta una novela de Agatha Christie: The Witness for the Prosecution (también de la BBC). Debo decir, antes de hacer balance y escoger las 15 series del año, que por supuesto la mía será una selección parcial, obligada incluso: es prácticamente imposible verlo todo (lógicamente...) y entre lo que a uno le interesa (y lo que no), lo que descarta y lo que (aún) no ha podido ver queda una selección subjetiva y siempre incompleta. Así, por ejemplo, llevo dos temporadas de retraso de The Americans (que se juntarán con la que llegue en 2017), aún no le he hincado el diente a American Crime y se quedan en "tareas pendientes" la 4ª y última de Rectify (Sundance Channel), la 3ª de Black Mirror (Amazon), The Fall (BBC) y Halt and Catch Fire (AMC), Westworld, Gomorra, Ennemi Public, BrainDead, Roadies, Quarry, The Get Down, 11/22/63, Designated Survivor, Marvel's Luke Cage, Pure Genius, Bull, Animal Kingdom, Travelers, Dirk Gently's Holistic Detective Agency, Goliath, Mars, StartUp, Chance... y otras tantas series que les tengo echado el ojo. Luego ha habido las series que he abandonado: Girls, por ejemplo, que ya me panté en su 5ª temporada, hace tiempo con The Walking Dead, y Atlanta, Divorce, Preacher, Outcast y alguna más tras su primer episodio (o que considere que "no son para mí"). Que quizá sea pronto, pero el día tiene 24 horas únicamente y, como dice Salvador Martí, "el tiempo es el que es". El regreso de The X-Files (FOX) me dejó frío... como lo hizo hace veinte años.

30 de diciembre de 2015

2015 (II): un año de series de TV






Termina un año que ha sido fecundo en series, aunque uno siempre tiene la sensación de que no puede ver todo lo que quisiera. Y aún así han sido casi ochenta series, ya en temporada larga o en formato de temporada corta o miniserie, la que he podido ver y seguir y a lo largo del año. Un 2015 de despedidas, alguna de ellas ya anunciadas (Mad Men, Glee), otras que nos golpearon cuando menos lo esperábamos (Hannibal), aunque éramos conscientes de que tarde o temprano sucedería. Ha sido un año de sorpresas y fenómenos. Sorpresas, y muy agradables, como El Ministerio del Tiempo, 1992, Better Call Saul o la quinta temporada de Homeland; y fenómenos como el propio Ministerio, Fargo (que confirmó y superó el buen hacer de la primera temporada) o Empire, quizá la serie que más impactó entre un amplio público, con personajes tan desinhibidos como Cookie Lyon y la mezcla de culebrón, musical y esencia shakesperiana (sí, todo en uno ¡y funciona!). Ha habido terror: muy bien la segunda temporada de Penny Dreadful, que mejoraba la primera (que ya era buena) y una quinta temporada de American Horror Story de la que apenas he visto un par de episodios (ya la terminaré). Y la confirmación de que tanto Ray Donovan como Masters of Sex están en un óptimo estado de forma en sus respectivas terceras temporadas.

25 de mayo de 2015

Coalition (Channel 4, 2015): cuando la política (de las urnas) falla...

Las elecciones británicas de 2010 plantearon un escenario nuevo: romper el bipartidismo endémico y clásico entre conservadores y laboristas con la entrada en liza de un tercer actor, también antiguo, pero hasta entonces irrelevante en la política de Westminster: los liberales demócratas liderados por Nick Clegg. Los tories, con David Cameron al frente, confiaban en arrebatar Downing Street a unos laboristas desgastados tras trece años de gobierno y con un primer ministro, Gordon Brown, exhausto. La campaña electoral, en abril, demostró que la «vieja política» que tories y laboristas llevaban practicando desde décadas (cuando no un siglo) atrás era cosa del pasado… o así parecía serlo cuando alguien joven, carismático y con cierta telegenia como Clegg lo decía en la pequeña pantalla. ¿Era Clegg, hijo de un banquero de procedencia rusa, educado en Cambridge y con una mirada cercana a Europa (había sido eurodiputado) el cambio revolucionario que necesitaba el Reino Unido? ¿Era, en cambio, Cameron, descendiente de Guillermo IV, eslabón entre los viejos tories y una nueva generación de conservadores (con George Osborne al frente, hasta entonces canciller del Exchequer «en la sombra»), el cambio que necesitaba Britain tras diez años de blairismo y oros tres de un Gordon Brown que no levantaba cabeza? Pero la pregunta más determinante era: ¿podía el Reino Unido gobernar sin un Gobierno con mayoría absoluta, tal y como las encuestas predecían?

28 de enero de 2015

Reportaje sobre Empire en Serielizados


Con un reportaje sobre la Primera Guerra Mundial en algunas series recientes de la BBC, inicié mi colaboración con Serielizados, la estupendñisima revista on line de crítica y análisis de series de televisión creada por Betu Martínez y Víctor Sala. Ayer publicaron un nuevo texto mío: “Empire”: We Are (a Black) Family…

Un artículo sobre esta serie que FOX España estrena hoy, que ya lleva tres episodios en USA y con audiencias millonarias; tan bien ha funcionado la fórmula de culebrón + serie de/por/para negros + hip hop,  que la cadena ya se ha renovado la serie para una segunda temporada.

El inicio de mi reportaje:
Con Revenge (ABC, 2011-) y Nashville (ABC, 2012-) la soap opera de prestancia lujosa, con escenarios de ensueño y personajes arquetípicos, parece haberse puesto de moda últimamente. Algo mustios quedaban los laureles de series ochenteras como Dallas (CBS, 1978-1991), Dinastía (ABC, 1981-1989) y Falcon Crest (CBS, 1981-1990): ejemplos paradigmáticos de un producto televisivo muy definido, con una raigambre folletinesca, momentos y finales de temporada impactantes (el cliffhanger) y audiencias millonarias durante años. Se trataba de un culebrón fino y reiterativo en las fórmulas utilizadas, como en las novelas de Danielle Steel: familias que se disputaban algo (siempre había una oportunidad para lanzarse como una jauría de hienas tras la posesión de una empresa, una herencia o una mansión), maridos y mujeres muy glamurosos y con pasta que gastar, vástagos acostumbrados a no dar golpe y a vivir muy bien a costa de la riqueza familiar, y parientes inesperados que de pronto aparecían para fastidiar la “normalidad” y apuntarse al carro del despelleje y el reparto de bienes; por no hablar de esos “hijos secretos” que con precisión cronológica asomaban la patita para recordarle al patriarca de turno que escondía un par de cadáveres en el armario y que ya empezaban a oler mal, así como para exigir un trozo del pastel que, casi por derecho divino, les correspondía.
... y el resto, en Serielizados. ¡No os lo perdáis!

30 de diciembre de 2014

2014 (y III): un año de series de TV

2014 ha sido un año intenso en series. Empezamos con el retorno de Sherlock (BBC, 3ª temporada), continuamos con el fenómeno del año, True Detective (HBO), y la llegada de nuevas temporadas de The Americans (FX) Hannibal (NBC, en esa cadena en abierto..) y House of Cards (Netflix). A principios de primavera nos sorprendieron muy gratamente con Fargo (FX), si no el fenómeno desde luego una de las series (o LA serie) del año. Abril fue el inicio de la despedida de Mad Men y los constantes WTF de la 4ª temporada de Game of Thrones, y nos sorprendió (también favorablemente), otro estreno: Penny Dreadful (Showtime). También llegaron las segundas temporadas de Orange is the New Black (Netflix) y Orphan Black (BBC America). El verano fue también para Showtime (segundas temporadas de Masters of Sex y Ray Donovan), la BBC (The Honourable Woman, Our World War) y otra de las series destacadas: The Knick (Cinemax). Y en otoño, el regreso y a lo grande de American Horror Story: Freak Show (FX) y el estreno de otras dos series destacadas: Transparent (Amazon Instant Video) y The Affair (Showtime). Terminaron series que no seguía (Sons of Anarchy, FX y Boardwalk Empire, HBO) y otras que sí veía y ya echo de menos (The Newsroom, HBO); y nos agradó, cuando esperábamos poco pero nos picaba la curiosidad, el reset de Homeland con su 4ª temporada (Showtime). Hubo decepciones esperadas (Gotham, FOX) y series que por aquí pasaron sin pena ni gloria (Gomorra, Sky) pero que tengo pendiente; y The Fall (BBC) siguió siendo un thriller policiaco de referencia con su 2ª temporada. Y esto en cuanto a temporadas cortas o miniseries (sin olvidarnos del especial navideño de Black Mirror, que lo ha petado, aunque en mi opinión no alcanza la excelencia de las dos primeras minitemporadas): en cuanto a las series de temporada larga en las networks en abierto se confirmó el éxito de Elementary y Nashville, la agonía de Glee, mi desinterés por The Good Wife y Scandal, mi no-pico-de-nuevo de The Following y Bates Motel, y el tirón que sigue teniendo The Blacklist (yo me aparqué pronto) y Agents of S.H.I.E.L.D. (no me interesó pasados unos pocos episodios de la primera temporada).

28 de agosto de 2014

Oliver Stone y el revisionismo histórico: La historia no contada de Estados Unidos

«El origen de todos nuestros errores es el miedo. Movidas por el viento grandes naciones se han comportado como bestias acorraladas pensando sólo en la supervivencia» (Henry Wallace).
Oliver Stone: la historia no contada de Estados Unidos es un proyecto para repasar, en diez episodios, la historia de este país desde 1939 y hasta 2012. En los primeros minutos del episodio inicial, Stone explica qué motivaciones hay tras esta serie documental: considerándose un estudioso de la Historia, quiere narrar aquella historia que, en su opinión, no se cuenta en las clases a los jóvenes. Una historia de héroes y de otros que no lo fueron, aunque fueron etiquetados como tales. Una historia del miedo y de la pérdida. El miedo, continuando con la línea de argumentación que mostraba Michael Moore en su documental Bowling for Columbine (2002), ha llevado al pueblo estadounidense a ser la nación más armada del planeta y a concebir el mundo como un lugar de enfrentamiento, antes que de encuentro y colaboración. En el final del 4º episodio, Stone incide en esta idea: «¿Por qué ese miedo? Se ha dicho que como americanos somos un pueblo de inmigrantes en un nuevo país. Gente que de una forma u otra ha escapado de la persecución, la pobreza y el miedo; y aunque separado de todos por dos grandes océanos, seguimos siendo presa de ese miedo que no cesa, incluso nuestros hijos y nietos. A los norteamericanos se nos ha inculcado y nos hemos enamorado del mito de volver a empezar con una nueva pureza en una nueva tierra; el mito de la excepcionalidad americana en una nueva Jerusalén, la ciudad de la colina. Entonces, ¿es necesario exagerar el miedo a la persecución del exterior, del extranjero corrupto que siempre representa la maldad de lo antiguo? […] El miedo y la incertidumbre son dos elementos inevitables en la vida humana desde el principio de los tiempos; y se deben aceptar como aceptamos el nacimiento y la muerte». Y la pérdida de los valores fundacionales y de la esperanza de una nación que volvió a abrirse al mundo, tras la etapa aislacionista posterior a la Primera Guerra Mundial, pero esta vez con la idea de dominarlo frente al enemigo comunista.

25 de agosto de 2014

Our World War (BBC, 2014): la Gran Guerra en primerísimo plano

Dentro de su programación especial dedicada a la Primera Guerra Mundial –prevista hasta 2018; si es que cuando los British se ponen manos a la obra…–, y tras otras miniseries como 37 Days (el camino, desde la muerte del archiduque austro-húngaro, hacia las declaraciones de guerra de finales de julio y agosto de 1914, y The Crimson Field (un grupo de enfermeras en primera línea), la BBC estrenó hace dos semanas Our World War: miniserie de tres episodios que recoge experiencias reales de combate de soldados británicos durante la guerra. Tres episodios, por desgracia sólo tres, de una calidad altísima que escoge tres momentos bélicos: las batallas de Mons (23 de agosto de 1914), del Somme (julio de 1916) y de Amiens (agosto de 1918), aunque desde puntos de vista y enfoques muy particulares. Así, el primer episodio se centra en la defensa de un puente (y posterior retirada) a cargo de un grupo de batallón británico que subestimó la capacidad ofensiva de los alemanes en el canal de Mons; el segundo episodio nos narra las desventuras de un batallón de soldados de Manchester –los Manchester Pals («camaradas»)– en un flanco del Somme y tocando el espinoso tema de la deserción; y el último episodio acompaña a la tripulación de un tanque durante la ofensiva de Amiens, que desbarataría las defensas de los alemanes en el frente franco-belga. Se trata, pues, de la guerra en el frente occidental desde el punto de vista y protagonizada por soldados británicos. Soldados que sobrevivieron (algunos) y dejaron por escrito sus recuerdos de aquella guerra, de «nuestra guerra mundial». Y qué pena que sean sólo tres episodios…

18 de julio de 2014

Utopia y el doble episodio de la 2ª temporada: vuelve el juego

Con su primera temporada, Utopia (Channel 4, 2013) mostró suficientes alicientes como para erigirse en una serie del año 2013. Quedamos atrapados, sobre todo, por un episodio piloto –y un inicio que nos dejaba sin aliento–, en el que nos preguntábamos dónde estaba Jessica Hyde, y seguíamos la huida de cuatro personajes en pos de un cómic. Un cómic maldito que trazaba la senda de un virus que podía reducir la fertilidad de la especie humana y que, por tanto, planteaba un exterminio encubierto de la humanidad. El capítulo final destapaba la conjura, separaba a los forzosos cuatro amigos y dejaba a Jessica en manos de quienes la habían perseguido, en especial de esa maquiavélica mujer, Milner, que descubría que la propia Jessica era portadora del virus. Nos quedamos con ganas de más, aunque la temporada tuviera unos episodios intermedios en los que el ritmo declinaba. Pero nos interesó la estética comiquera –esos colores vivos–, la parafilia conspiranoica y distópica y el rol prácticamente de videojuego de unos personajes que tenían que superar pruebas para desenredad la madeja, comenzando por la propia Jessica Hyde. Un año y medio después, ha llegado una segunda temporada que se ha iniciado con dos episodios en una misma semana y que, ya de entrada, suponen el mejor arranque serial de este verano.

23 de mayo de 2014

Lo que sólo Daenerys ha visto: una pincelada en torno a los desnudos en Game of Thrones

Muchas veces una charla en petit comité puede llevar a reflexionar un poco sobre algunas cuestiones que tienes en la cabeza y de las que, a poco que pienses en ellas, comienzan a surgir ideas, matices y conclusiones. Una de ellas es la desnudez en Game of Thrones; una entrevista-charla con unas alumnas de Comunicación Audiovisual de la Universitat Pompeu Fabra te lleva a reflexionar en voz alta sobre la desnudez masculina y/o femenina, en las diferencias respectivas, en lo que significa en sí y en lo que subyace detrás de mostrar un cuerpo más o menos desnudo en pantalla. Game of Thrones puede permitirse el lujo de ser una serie generosa con el desnudo: primero por el perfil de una cadena como HBO (en Showtime o Starz sería lo mismo), y después porque básicamente el contenido erótico forma parte del ADN literario de la saga: las novelas de George R.R. Martin son sexualmente muy explícitas, juegan con los roles sexuales desde el primer momento y le dan un significado real a plantear las secuencias sobre sexo en el papel. La serie convierte en necesarias las muchas secuencias de personajes parcial o totalmente desnudos, ya sea de frente o de espaldas. La cuestión quizá sea matizar en cuanto qué diferencias hay en cuanto a mostrar un desnudo integral femenino y uno masculino. Y la respuesta es evidente, de entrada: difícilmente veremos muchas secuencias de desnudos masculinos integrales (algunas hemos visto… pero ya hace un par o tres de temporadas), mientras que el desnudo femenino completo (aunque también perfectamente encuadrado y “photoshopeado”) se repetirá a menudo.

14 de mayo de 2014

Garrett Walker o el rey desnudo en House of Cards

Quizá uno de los aspectos más interesantes de la segunda temporada de House of Cards –o, mejor dicho, la segunda parte de la primera, pues en realidad es una macrotemporada de 26 episodios dividida en dos tandas– sea la mirada sobre la presidencia de Garrett Walker (Michel Gill). La serie de Beau Willimon, remake USA de la serie británica de los primeros años 90 (y a su vez basada en las novelas de Michael Dobbs), tiene a Frank Underwood (Kevin Spacey) como protagonista prácticamente omnipresente, con esa pose a lo Ricardo III dirigiéndose al espectador, rompiendo la cuarta a la pared y permitiendo que conozcamos de primera mano qué piensa en cada momento; una idea que ya era presente en la serie británica y en la que Ian Richardson tenía una presencia escénica más intensa aún que la de Spacey. Lo interesante de la versión estadounidense es la apertura del objetivo hacia otros personajes y situaciones, de manera lógica, por otro lado: la omnipresencia del primer ministro en el Reino Unido y del nº 10 de Downing Street como centro de poder, en muchas ocasiones por delante del Parlamento de Westminster, es relativa en el caso norteamericano por el propio funcionamiento de la vida política, con un Capitolio (Cámara de Representantes y Senado) que ejerce un contrapeso efectivo a la acción ejecutiva de la Casa Blanca… hasta el punto de que el obstruccionismo de proyectos de leyes es algo habitual en el Congreso, frustrando los programas de los presidentes y estableciéndose una lucha feroz en la que los líderes de la mayoría (republicana o demócrata) parlamentaria deben sacar los machetes y desbrozar su camino con toda la fuerza de la que sean capaces. Algo a lo que Underwood, el House Majority Whip de la primera temporada (y durante varias legislaturas) está más que acostumbrado… aunque en la segunda, al alcanzar el cargo de vicepresidente, delegará con resultados desiguales para sus propias ambiciones… y la Administración Walker.

11 de mayo de 2014

Reseña de Hombres fuera de serie. De Los Soprano a The Wire y de Mad Men a Breaking Bad. Crónica de una revolución creativa, de Brett Martin

Tenemos tendencia a etiquetar las cosas. Ya sean períodos históricos (la falsa estanqueidad de las “edades”), los géneros literarios (en ocasiones permeables a la hibridación) o cinematográficos, o los productos de uso cotidiano. Con la ficción serial actual, esencialmente estadounidense, sucede algo similar cuando hablamos de la segunda o tercera edad de oro de las series de televisión. Tenemos claro que empieza, más o menos, con The Sopranos (1999-2006), pero los hay que retrasarían su inicio a Twin Peaks (1990-1991), la madre de las series, o adelantarla a mediados de los años 90 con The X-Files (1993-2002), o a finales de la misma década con Oz (1997-2003). En el fondo, tanto monta, aunque parece claro que en el cambio de milenio se produce la transformación, el gran  salto adelante, con la emergencia de HBO y la Quality Television y la llegada de una serie de guionistas/creadores/showrunners/productores como David Chase, David Simon, David Milch (los Tres Davids), Alan Ball, Matthew Weiner, Shawn Ryan o Vince Gilligan. Quizá en lo que no ha consenso es en decidir si esta esplendorosa etapa ha terminado (¿cuándo?) o si ya la ha sustituido un nuevo período, con una nueva concepción de las series televisivas. Y también quizá el lector/seriéfilo echará en falta algunos nombres más en esta lista, que es esencialmente la que recoge Brett Martin en Hombres fuera de serie. De Los Soprano a The Wire y de Mad Men a Breaking Bad. Crónica de una revolución creativa (Ariel, 2014), un libro que todo seguidor de la ficción serial actual debe leer. Obligatoriamente.

11 de abril de 2014

Treme (HBO: 2010-2013): ... Do You Know What It Means To Miss New Orleans?

Treme terminó a finales de 2013: todo el mes de diciembre estuvo dedicado a la 4ª y última temporada, más corta que de costumbre: sólo 5 episodios, un regalo por parte de David Simon, alma y, junto a Eric Overmyer, creador y productor ejecutivo de la serie. Ya hace un tiempo, pues, que terminó, pero la serie continuaba en mi mente de una manera u otra, y eso me impulsaba a recordarla, del modo que fuera: visualizando algún vídeo en YouTube, colgando alguna canción en Facebook, leyendo algún artículo de prensa sobre series de televisión. Hace pocos días se emitió la última temporada en Canal Plus y el recuerdo de los últimos minutos de la temporada (y de la serie), con John Boutté poniendo la banda sonora a una larga secuencia final, me impulsa a escribir aunque sean unas pocas líneas. Unas líneas sobre Treme, la permanencia  de seguir con la lucha y el aparente paso del tiempo. 

9 de abril de 2014

37 Days (BBC, 2014): y Gran Bretaña fue a la guerra...

Hacía tiempo que no comentaba una serie de televisión en el blog… la galbana que a veces nos atenaza. Pero vuelvo, aunque sea con una miniserie más que con series recientes ya celebradas. Los British están conmemorando la Primera Guerra Mundial (¿os habéis enterado del centenario, por cierto?; apenas se publican uno o dos libros sobre el tema, ¿verdad?; jejejejeje…) y la BBC ha tirado la casa por la ventana. Y no sólo para este 2014 sino hasta 2018 (interludio en 2016 para celebrar el cuarto centenario de la muerte del Bardo), como podéis comprobar aquí: documentales, debates, series dramáticas, incluso programación para los jóvenes estudiantes. No son pocas las ocasiones en que uno siente envidia, rabiosa envidia, ante lo que la BBC presenta año tras año (The Hollow Crown es quizá la punta del iceberg, y ahora que Benedict Cumberbatch encarnará a Ricardo III en la segunda tanda de macroepisodios para 2016…). No podían dejar pasar de lado la conmemoración, desde luego: es uno de sus temas centrales, el que marcó un antes y un después en su imaginario colectivo. Y entre la programación está 37 Days, una miniserie de tres episodios emitida hace un mes por tierras de Albión.

30 de diciembre de 2013

2013 (III): un año de series de TV

Este 2013 será mi año con más series de TV vistas. La verdad es que han sido muchas, no tengo una lista al respecto (odio las listas), pero no me equivocaría demasiado si dijese que han sido más de cuarenta. Muchas horas plantado delante de la pequeña pantalla, disfrutando de la serialidad de una trama, de unos personajes que funcionen, sean coherentes (o no), nos mantengan en vilo, nos emocionen o nos cabreen. Porque muchas veces, las series de TV funcionan por personajes, que nos hacemos propios, que a menudo se convierten en parte de nuestra familia; de hecho, con algunos mantienes una interrelación propia, personal.

2013 ha sido el año del cierre triunfal de series como Breaking Bad (que no he visto; me quedé en la 1ª temporada) o del adiós entre la decepción de Dexter (tampoco lo seguí desde su segunda entrega). Ha sido el año del schock de una boda roja en Game of Thrones, de la explotación de un original escandinavo (Bron/Broen y sus remakes estadounidense y franco-británico), del desparrame de American Horror Story (por si no hubiera sido suficiente con su primera temporada), del ¿fracaso? de Homeland (no estoy de acuerdo, pero sí que la serie como la conocíamos ha finalizado), de agradables sorpresas como Utopia, Dates  y especialmente Orange is the new black, de la fortaleza de Mad Men (más viva que nunca) y del mantenimiento de los mundos de Yupi de Aaron Sorkin (The Newsroom). Ha sido el año de las enormes decepciones (The Following, Bates Motel, Vicious,... así las series de las que vi apenas uno o dos pilotos y que abandoné, especialmente en otoño). El año de Masters of Sex, en definitiva.

17 de diciembre de 2013

Curso de series de televisión en la UPF (enero-mayo de 2014)

Una vez más, volvemos con el curso de series que Raquel Crisóstomo Gálvez y servidor impartimos en la Universidad Pompeu Fabra. Ya es la 4ª edición del curso, y aunque parezca que no se puede decir mucho más de las series de TV, lo cierto es que siempre son tantas cosas las que se quedan en el tintero... muchos detalles por comentar y visionar. Afortunadamente las series de TV siguen dando mucho juego.

Ficción serial... propone aproximarse (de nuevo) a las series de TV norteamericanas de los últimos años con una visión eminentemente interdisciplinaria. Hoy en día podemos acercarnos a la realidad cultural y las transformaciones sociales a través de los productos televisivos. De este modo, la serie televisiva se ha erigido en un fenómeno de masas, sí, y también en un receptáculo audiovisual de nuevos formatos, que al mismo tiempo recupera diversos referentes literarios y cinematográficos del imaginario colectivo. El objetivo del curso es conocer los mecanismos culturales para explorar la serialidad en toda su complejidad, mediante diversos estudios de caso sobradamente conocidos como Mad Men, Game of Thrones y Homeland, entre muchas otras.

16 de julio de 2013

Opening(s) de series televisivas: historias narrativas en pequeñas dosis

Hoy ha tocado hablar de los openings y las intros en el curso de verano sobre series de televisión en la UOC. Comentaba que el opening se ha convertido en un elemento narrativo esencial en las series y ya no son únicamente la careta y la sintonía de entrada, el el mero enunciado de créditos al empezar un episodio (como en los años 80 y 90) o después de un teaser. Del mismo modo que el inicio de la Ilíada ("canta, oh diosa, la cólera del pelida Aquiles"), las primeras líneas de Anna Karenina de Tolstói ("todas las familias se parecen entre sí, pero cada familia siente la desgracia a su manera")... el opening nos "anticipa" parte de la trama, se incrusta en la propia esencia narrativa y nos cuenta una pequeña historia. Se convierte en una píldora narrativa autónoma.

16 de mayo de 2013

Curso de verano: De "Mad Men" a "The Newsroom": cuatro estudios de caso de la ficción norteamericana actual


Este mes de julio imparto este curso sobre series de televisión actuales en la Universitat oberta de Catalunya: 

De "Mad Men" a "The Newsroom": cuatro estudios de caso de la ficción norteamericana actual



Como comento en la presentación de la ficha del curso:
Las series televisivas estadounidenses están en boga. Lost (ABC, 2004-2010) cambió el panorama narrativo y significó una revolución en la relación serie-espectador, siendo Internet el vehículo a través del cual ver, comentar y debatir sobre los episodios de la serie. Pero las series estadounidenses llevan al menos un par de décadas en auge, siendo el período entre finales de los años noventa y finales de la primera década del siglo XXI el más laureado, conocido ya como la "segunda edad de oro" de la televisión. El fenómeno fan ha creado redes virales y las cadenas y productoras de televisión están cada vez más atentas a la recepción de sus series. En este curso pretendemos acercarnos a la ficción televisiva de los últimos años, teniendo presente los referentes y showrunners que han marcado tendencia (J. J. Abrams, David Simon, Aaron Sorkin, David Chase, etc.) y escogiendo series que ya son de culto.

 Este es el programa:

1. Introducción

2. De dónde venimos... la "segunda edad de oro" de la ficción televisiva norteamericana (1999-2010)

3. Adónde hemos llegado... la ficción serial actual: cuatro estudios de caso
3.1.  Mad Men (ACM, 2007-): serie de autor

3.2.  Treme (HBO, 2010-): el hiperrealismo televisivo

3.3.  Homeland (Showtime, 2011-): el terrorismo tras el 11-S

3.4. The Newsroom (HBO, 2012-): el idealismo sorkiniano en una redacción de informativos

Un curso on line y abierto a todos aquellos que, como servidor, son serieadictos.

Para matricularse, clicka aquí.

28 de diciembre de 2012

2012: un año de series de TV

Tras el repaso cinematográfico pasamos a las series de TV de este 2012. Obviamente, habrá quien encuentre ausencias clamorosas, pero hay series que me interesan, otras que no tanto y otras que para nada. Tampoco tiene uno el tiempo de ver todo lo que quisiera o pudiera, así que hay lo que hay. Puedo decir, no obstante, que aunque hay un ranking a la inversa, teóricamente de la peor a la mejor, en realidad la mayoría de ellas podrían acabar en puestos de podio... y merecidamente.

Vamos allá con este top ten a la inversa...