15 de enero de 2013

Crítica de cine: El muerto y ser feliz, de Javier Rebollo

Acabó la película, comenzaron los títulos de crédito finales... y entonces, tras una hora y media anterior de desconcierto e interés a partes iguales, llegué a la conclusión (más bien fue una sensación) de que había visto una buena película. Realmente buena, pero también distante, rupturista, desalentador y evocador. Muy evocador. De sensaciones y vísceras. La verdad sea dicha, me cuesta definir esta película, me temo que escapa a cualquier tipo de (simplista) etiqueta o categorización. Quedarse en la butaca del cine mientras pasan los títulos de crédito (que también valen la pena ver, aun no contándote nada nuevo, y especialmente escuchar) me permitió tomarme unos segundos en stand by y dejar que fluyeran sensaciones. Me gustó la película, sí, pero no pude evitar removerme en esa misma butaca unas cuantas veces a lo largo del metraje. 

Canciones para el nuevo día (1082/310): "Where Are We Now?"

David Bowie - Where Are We Now?



Disco: Where Are We Now? - single (2013)

8 de enero de 2013

Crítica de cine: La noche más oscura, de Kathryn Bigelow

En su libro sobre Lepanto, Alessandro Barbero dedica apenas dos capítulos a la batalla en sí, unas pocas páginas; el resto del libro, las seiscientas páginas precedentes nos cuentan el camino hacia la batalla, con todo lujo de detalles, sin resultar agotadoras ni perder el lector un ápice de intensidad. De un modo similar, aunque con matices (por supuesto), Kathryn Bigelow nos acerca en su última película, La noche más oscura, a la historia de la caza y asesinato (es lo que es, se mire como se mire) de Osama bin Laden. Casi diez años transcurrieron desde que los aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas de Nueva York, contra la fachada del Pentágono o estrellándose en Pensilvania. El resultado fueron más de tres mil muertos que se convirtieron en un golpe, del que apenas se ha recuperado, a la moral de un país. La caza de Bin Laden, el líder de Al Qaeda, se convirtió en una prioridad para la CIA y las diversas agencias de inteligencia y seguridad nacional estadounidenses. El camino llevó a Afganistán, luego vino Iraq (con sus muchas aristas) y el resultado fue que Estados Unidos se encontró con un particular Vietnam del que salió triunfante sobre el papel, pero que ha dejado secuelas, y no sólo a nivel geopolítico. Por el camino quedó la búsqueda del hombre más buscado, de Osama Bin Laden, hasta el punto de que se le consideró desaparecido, oculto en cuevas en Afganistán o incluso muerto. El 2 de mayo de 2011 nos despertamos con la noticia de que el terrorista más buscado había sido abatido en una casa en Abbottabad, en Pakistán, oculto con parte de su familia, dirigiendo la red terorrista a apenas medio centenar de kilómetros de Islamabad a medianoche (de ahí el título original de la película: Zero Dark Thirty, o el nombre en clave de las 00:30h.). Un grupo de soldados de élite de los SEALS se hizo cargo de una misión que en apenas 40 minutos consiguió su objetivo, vulnerando la soberanía de Pakistán y su espacio áreo (¿a alguien le importó?) y acabando con un mito. La película sobre la larga búsqueda de Bin Laden y sobre la operación que puso fin a su vida tenía que llegar. Lo curioso es que mientras se producían los hechos en mayo de 2011, Mark Boal ya estaba escribiendo un primer guión para la película que Kathryn Bigelow, tras En tierra hostil, quería llevar a cabo.

Canciones para el nuevo día (1077/305): "Gran Torino"

Jamie Cullum & Don Runner - Gran Torino



Disco: Gran Torino - soundtrack (2009)

7 de enero de 2013

Crítica de cine: El curioso caso de Benjamin Button, de David Fincher

Anoche emitieron esta película por televisión y me apeteció verla  de nuevo. Una película que se erige en todo una fábula sobre la fugacidad de la vida. Se basa (más bien diría que se inspira muy libremente) en un relato corto de Francis Scott Fitzgerald, y hay notables diferencias: mientras que en el texto literario la acción sucede desde 1860 y hasta la época del autor (que, a diferencia del protagonista, tuvo una vida relativamente corta y bastante complicada); en cambio, en la película la acción comienza a finales de 1918 (con la celebrarción del final de la Primera Guerra Mundial) y llega hasta agosto de 2005, con el huracán Katrina azotando Nueva Orleans. Recuerdo que en su momento me pareció percibir ciertos desajustes cronológicos, no tanto con el personaje de Benjamin Button, como con el de Daisy y su hija (y que en sí no lastran la película), pero anoche la trama fluyó sin problemas (aunque no parece sorprenderle a nadie que Daisy sea madre ya avanzada la cuarentena...).

Canciones para el nuevo día (1076/304): "ABC Café / Red and Black"

Les Misérables Soundtrack ("ABC Café / Red and Black")


Disco: Les Misérables - soundtrack (2012)

Les Misérables

4 de enero de 2013

Crítica de cine: The Master, de Paul Thomas Anderson

Cuando acabó la película, en una sala de cine con apenas una docena de espectadores en una primera sesión de tarde, me quedé un rato sentado en la butaca, a medida que iban pasando los títulos de crédito. Por un lado trataba de saborear las últimas sensaciones que The Master me había ofrecido; por otro, también barruntaba alguna valoración general. Pero lo cierto es que la pregunta que surgía en mi mente era: "¿se ha superado Paul Thomas Anderson con esta película?". Mi primera respuesta mental era a su vez una pregunta: "¿para bien o para mal?", para a continuación pensar: "¿dónde quedó el Paul Thomas Anderson de Boogie Nights o Magnolia?". Para bien o para mal. Pues mi primera conclusión es que no estamos ante el mismo director; y eso es bueno, pues a sus 42 años, Anderson ha madurado y crecido como director y guionista. Lo último ya lo tenía claro con las dos películas mencionadas, añadamos Sydney e incluso una obra menor como Punch Drunk Love. Es el guionista que nos ofrecía en sus tres primeras películas un universo coral, un retrato de diversas etapas de la sociedad estadounidense; era un escritor nato, como lo es Cesc Gay a su manera. Con Pozos de ambición adaptaba una novela de Upton Sinclair para llevarnos a una particular historia personal del capitalismo, abandonaba un estilo que ya era marca de la casa y ofrecía un relato denso, desarraigado, estilísticamente audaz y con una secuencia final que, no sé los demás espectadores, pero a mí casi me levantó de la butaca. En The Master encontramos a un Paul Thomas Anderson evolucionado, muy evolucionado, menos accesible, narrativamente más osado y quizá pensando menos en la tesitura de contar una historia al uso. No es cine de palomitas, que quede claro; ni tiene por qué serlo, como tampoco lo era Pozos de ambición

Canciones para el nuevo día (1075/303): "It's All Coming Back To Me Now"

Céline Dion - It's All Coming Back To Me Now



Disco: Falling Into You (1996)

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/2/29/FallingIntoYouAlbum.jpg

3 de enero de 2013

Reseña de Akhenatón. El primer faraón monoteísta de la historia, de Dimitri Laboury

¿Qué sabemos realmente de un personaje como Amenhotep IV–Neferjeperura Uanre–Akhenatón? De hecho, como suele suceder con la cronología egipcia, hay enormes discrepancias incluso en las fechas de su reinado. Sabemos, según las fuentes epigráficas, que reinó diecisiete años, que fundó una ciudad en el Egipto Medio (Akhet-Atón, «El Horizonte de Atón»), a mayor gloria de Atón, la sublimación de Ra-Horakhty, el disco solar, la encarnación física de una deidad superior al resto de divinidades del panteón egipcio, cuyo sumo sacerdote fue el propio faraón y cuya omnipotencia apenas duró la mayor parte del reinado de Akhenatón y unos pocos años de su sucesor. (¿Smenkhara? ¿Tutankhamón?). A día de hoy, tras décadas de excavación en Tell el- Amarna, tras miles de páginas escritas, las incógnitas siguen rodeando la figura de este faraón que gobernó Egipto a mediados del siglo XIV a.C. y sobre el cual ha habido tantas interpretaciones como egiptólogos, historiadores y aficionados han escrito sobre él.
«¿Cómo diferenciar entre el Akhenatón precursor de Cristo de Arthur Weigall y James Henry Breasted; el humanista científico de W.M. F. Petrie; el déspota ilustrado de Adolf Herman; el faraón racionalista de Rudolf Abthes; “el buen dirigente amante de la humanidad” de Cyril Aldred; el excéntrico degenerado, iconoclasta y dictatorial de Donald B. Redford; el primer fundamentalista de la historia de Eric Hornung; el traumatizador reformador religioso de Jan Assmann; el filósofo presocrático de James P. Allen; el falso profeta de C. Nicholas Reeves; el adolescente impetuoso y descontento de Marc Gabolde o el amante de la realpolitik de John Darnell y Colleen Manassa?, por no mencionar sino algunos de los muchos retratos pintados por eminentes representantes de la comunidad egiptológica, garantes de la cientificidad de esa disciplina. ¿Y qué decir si añadiéramos el Akhenatón protoislámico, el de los afrocentristas, el de los padres del psicoanálisis, el de los teósofos, el de los simpatizantes del fascismo, el de los marxistas, el de los hippies, el de los raperos, el utilizado como figura señera por el movimiento homosexual e incluso el Akhenatón extraterrestre nacido de la pluma de Daniel Blair Stewart, que está teniendo un cierto éxito en Internet?» (p. 16).

Crítica de cine: Las sesiones, de Ben Lewin

La sensación que a priori puede tener el espectador de esta película es que estamos ante otra película de superación personal basada en hechos reales. El eco de Intocable aún está cercano, aunque el punto de vista es muy diferente. En la película gala, los dos personajes principales, más allá de sus penurias personales, trataban de sobrevivir echándole optimismo y buscando vías de escape a una realidad que en ocasiones puede ser opresiva. En Las sesiones el leitmotiv de fondo es más prosaico: Mark O'Brien (John Hawkes) quiere perder la virginidad, a sus casi cuarenta años, y encuentra en una peculiar terapeuta sexual la respuesta a su clamor.

Canciones para el nuevo día (1074/302): "Le Freak"

Chic - Le Freak


Disco: C'est Chic (1978)