23 de diciembre de 2017

Crítica de cine: Whonder Wheel (La noria de Coney Island), de Woody Allen

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo. 

Como el Gordo de Navidad y los anuncios de turrones que vuelven a casa por dichas fiestas –o de perfumes, que van de lo variopinto, lo críptico y lo absolutamente banal (en esto Paco Rabanne se suele llevar la palma)–, Woody Allen (n.1935) llega a su cita anual con el respetable cinéfilo. Superada la cincuentena de películas dirigidas por el director neoyorquino, Wonder Wheel (La noria de Coney Island) es la segunda cinta que Allen ha realizado bajo el paraguas de Amazon Studios, que también le encargaron hace un año y pico una miniserie, Crisis in Six Scenes, que pasó sin pena ni gloria y que ni el propio Allen apostó demasiado por ella. Como es habitual, Allen sitúa la trama en su escenario favorito, Nueva York, esta vez en la zona residencial al sur de Brooklyn en la que se ubica un enorme parque de atracciones; y traslada la acción a los años cincuenta del pasado siglo XX, con los recuerdos de la Segunda Guerra Mundial recientes para algunos personajes y en un ambiente de recuperación de la moral del país. Un país que lo que quiere es entretenerse, divertirse, disfrutar de la playa, una buena cerveza y una noria.

15 de diciembre de 2017

Crítica de cine: Alanis, de Anahí Berneri

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.

Alanis es prostituta en Buenos Aires desde hace un par de años, cuando llegó a la capital desde su ciudad natal, Cipolletti. En realidad, no se llama Alanis (pronunciado “Alanís”): es sólo el nombre que se ha puesto para dedicarse al oficio y no parece que sea en homenaje a la cantante estadounidense Alanis Morrissette (“Morrissey”, como le dice una asistente social). Tiene 25 años y un hijo, Dante, de año y medio de edad y al que todavía da el pecho. Cuando el piso en el que trabaja y vive con una compañera, Gisela, es clausurado por la policía tras las quejas de los vecinos del inmueble, y Alanis se queda literalmente en la calle con Dante en brazos y la escasa ropa que lleva encima, se iniciará una odisea para sobrevivir y tirar adelante: la policía ha confiscado el dinero y el móvil que utilizaba para contactar con los clientes, y además se han llevado detenida a Gisela. Una pariente, su tía Andrea, que regenta una tienda de moda (en cuya trastienda también vive con Román, aparentemente un inmigrante ilegal, le ofrecerá un hueco y un colchón, al mismo tiempo que le busca trabajo como asistenta de hogar/limpiadora. Pero Alanis se ha acostumbrado a la prostitución, le resulta más cómoda, sabe en qué terreno(s) juega y hasta dónde está dispuesta a llegar. Y todo ello para sobrevivir y cuidar de su hijo.

Canciones para el nuevo día (2365/1594): "Don't Stop"

Fleetwood Mac - Don't Stop

Disco: Rumours (1977)

 

2 de diciembre de 2017

Crítica de cine: El sacrificio de un ciervo sagrado, de Yorgos Lanthimos

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.

Yorgos Lanthimos llamó la atención en 2009 con su filme Canino y confirmó su trayectoria en 2015 con Langosta, peculiarísima y muy íntima revisitación de una ciencia-ficción que últimamente nos está dando muchas alegrías. En esta ocasión, el director y guionista griego remite su última película. El sacrificio de un ciervo sagrado, a la ley del talión y a un mito sobre el castigo y la retribución; palabras que, por cierto, y de una manera muy descarnada, veremos convertirse en realidad en un momento determinado del filme, cuando uno de los personajes se arranca de un mordisco un pedazo de carne de su brazo y lo escupe, y le dice a otro que lo que acaba de contemplar es una «metáfora». Y es que el mito de Ifigenia está presente más allá del título de la película. Un mito que cuenta cómo Agamenón tuvo que hacer frente a la venganza divina tras cazar a un ciervo en un bosque consagrado a Artemisa y regodearse de ser el mejor cazador; ante tal soberbia (hubrys), la diosa impidió que los vientos llevasen a las naves griegas a Troya hasta que el caudillo aqueo no realizara un sacrificio de sangre: ese sería su castigo (némesis).

1 de diciembre de 2017

Crítica de cine: Coco, de Lee Unkrich y Adrian Molina

Crítica publicada previamente en el portal Fantasymundo.

Pixar siempre trata de ir adelante en sus historias, no conformarse con lo ya visto… aunque desde hace un tiempo nos dé secuelas y franquicias; claro que, si son como la serie Toy Story, servidor firma ya. Y es verdad: en los últimos tiempos, hemos tenido secuelas de algunos de sus grandes éxitos –Buscando a Dory, Cars 3–, que quedan lejos de sus primeras partes y de maravillas como Del revés (Inside Out) y que se echaba de menos alguna historia “nueva”, arriesgando y demostrando por qué el estudio de John Lasseter, Pete Docter, Brad Bird, Andrew Stanton y unos cuantos más sigue siendo la mejor fábrica de animación (ahora dentro de Disney) del mundo cinematográfico actual. Con Coco, codirigida por Lee Unkrich (Toy Story 3) y el animador Adrian Molina (con ascendientes mexicanos) se nos ha dado una película “diferente”, llena de colorido y emotividad, pero también queda la sensación de que, más allá de lo visual (una maravilla, lo anticipamos), se ha tirado de oficio y de fórmulas ya muy manidas. 

Canciones para el nuevo día (2355/1584): "When You're in Love with a Beautiful Woman"

Dr. Hook - When You're in Love With a Beautiful Woman

Disco: Pleasure and Pain (1978)